La recompenza
Números 14:24
Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión.
Es difícil luchar contra los deseos de la carne. Avaricia, poder, celos, fornicación, entre otros. Aunque es difícil y de las batallas salimos cansados, desgastados, también salimos airosos y victoriosos. Caleb prefirió hacer la voluntad de Dios. El quizo ser diferente a todos quienes le rodeaban. Los otros prefirieron dejarse gobernar por el reinado de los deseos de la carne, queriendo regresar y disfrutar lo que los egipcios ofrecían. Caleb prefirió dejarse gobernar por Dios, sin importar el duro camino, confiando en Dios llegaría. Por ser una estrella resplandeciente en las tinieblas, fue recompenzado por Dios y pudo entrar a la tierra prometida, pero sólo por haber ido en pos de Dios.
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