La humillación
Daniel 10:12
Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
La clave de acercarse a Dios es la humillación. Sino nos humillamos ante Dios el no nos escuchará. Dios no escucha a un corazón lleno de soberbia. Es al humilde a quien el Señor dispone sus oídos para cualquier petición. El Señor se agrada de aquellos que no piensan que ellos son los únicos que tienen la razón, sino que se disponen a escuchar y a retracatarse si han cometido un error. Él escucha las palabras de aquellos que van a su presencia en humillación, creyendo que sin el Señor nada son. La humillación es la llave para poder llegar ante la presencia de Dios y la oración el medio de llegada.
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