¡No estuvo más triste!




1Samuel 1:18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.


Que lindo, cuando nos vamos delante de la presencia de Jehová, y allí delante de él pondemos nuestras cargas. Luego de que ella se levantó, no estuvo más triste, porque gracias a que fue una mujer piadosa y que amaba a Dios y le era fiel, así mismo fue Dios fiel, en darle la paz en medio de la tormeta que le promete a los suyos. Porque Dios enjuga todas nuestras lágrimas, así como enjugó las de Ana.

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